miércoles, 4 de abril de 2012

Gracias por arañarme el corazón.

Nunca creí en un "para siempre", ni en un "infinito". Ni tú tampoco. Éramos singulares, cada cual con sus cosas, pero aún así, hacíamos un pareja genial. Recuerdo todo, absolutamente todo. De pe a pa. Hago constantes viajes, infinidad de veces diría yo, hasta el momento en el que te conocí. Y un par de veces más hasta el momento y el lugar en el cual comenzó la que creí que sería la mejor historia que iba a comenzar a vivir. Y no lo niego, lo ha sido.

Ha sido todo muy efímero, demasiado. Todo se ha visto quebrado, y lo más duro, es que la culpa no es de ninguno de los dos.

Hoy escribo esto, cuando probablemente, en otras circunstancias, estaría apoyada en tu regazo, sintiendo tu calor. Es día 4 de abril, por lo que hoy hubiese sido otro día más señalado por mí en el calendario. Ahora simplemente tiene un tachón. Triste realidad.

4 meses que se han ido a tomar por culo, básicamente. Aunque suene cruel y frío decirlo, pero es la verdad. De todos modos, todo lo vivido durante este tiempo, jamás será destruido de mi memoria.

Durante este tiempo he aprendido, a pesar de todo, a luchar, a valorar, a madurar. A querer, en definitiva. A ti, y a mí misma también. He aprendido muchas lecciones, que supongo que para un futuro me servirán, y mucho. Aún así, todo esto, poco sentido ya tiene últimamente. ¿Por qué? Porque se acabó. Se acabaron las conversaciones eternas vía Facebook, pasar a buscarte por el instituto a las 14.30h. Ya no más conversaciones de besugos, risas, y tonterías de niños pequeños. Se esfumaron los besos, las caricias, los abrazos, y los momentos de pasión y desenfreno. Son cosa de pasado los paseos largos, las locuras, las tardes de cine. Podría seguir plasmando más detalles que me recuerdan a ti, pero creo que con esto ya vale. Sé que estoy hablando como si tuviera la intención de echarte la culpa a ti, pero no es así.

Simplemente ardo en rabia e impotencia. Es algo que me ha dejado consternada, y me cuesta avanzar. Quizás no me pase el día llorando, quizás "no sea para tanto", pero tener que asimilar esto... pff, no sabes lo que jode. Me jode porque todo iba perfectamente, o al menos, la relación iba viento en popa. Pero tuvo que irse todo a la mierda.

Y ahora me encuentro aquí, recordando tu "adiós", mientras en mi mente se representa de nuevo aquel instante que jamás hubiese querido vivir. Ni tú tampoco, supongo.

Es triste verme obligada a tragarme todas mis emociones y sentimientos, ver cómo te noto lejano teniéndote a la vez tan cerca. Echarte de menos, cuando podría arrancar a correr, como si no hubiera mañana, y abrazarte. Así, sin más.

En fin, se cerró una puerta. Por favor, enseñadme dónde está la otra, para poder abrirla.


Hoy tengo ganas de regalarte mi 'te quiero' más sincero.


P.D.- La foto que puse es la única que encontré que recordara a todos los momentos que vivimos, y que no salieras tú (básicamente porque me hundiría).

1 comentario:

  1. te digo que actualices para poner cosas chachis pirulis, pero si te sirve para desahogarte... :) anims peque

    ResponderEliminar